miércoles, 26 de enero de 2011

Cooliris - Plugin para tu navegador

Hoy quisiera recomendar un plugin genial que encontré por la nube.

Sirve tanto en Firefox como Internet Explorer o Chorme, y es bastante atractivo.

Pero como una imagen vale más que mil palabras, mejor que mireis el vídeo para saber de que se trata.


Puedes ver así las fotos de google images, flikr, facebook, etc... Hasta vídeos de Youtube y mucho más, como navegar por las carpetas de tu propio ordenador visionando las fotografías que también tienes en ellas.

Para conseguirlo gratuitamente: http://www.cooliris.com/

jueves, 20 de enero de 2011

Videotutorial LR3 - Colecciones inteligentes

Realmente yo no se grabar muy bien los videotutoriales, ni soy experto de lightroom. Pero espero que podáis comprender lo que intento mostrar.

Este videotutorial lo hice especialmente para LRM Dígital, mi amigo de este blog, pues quería saber cómo hacer colecciones inteligentes en Lightroom 3.

Si alguien no tiene dicho software, en www.adobe.com puede descargar una versión de prueba.


Descargar (Se ve mucho mejor): Fileserve

lunes, 17 de enero de 2011

Práctico: El saquito relleno

Seguramente os habrá pasado, como a mi, que en alguna ocasión habéis estado haciendo fotografías y habéis necesitado el trípode para conseguir una mayor estabilidad en cierta fotografía. Pero qué casualidad que ese día no lo llevaste contigo.

Una solución rápida es apoyar la cámara contra algo. Por ejemplo, si estás en la ciudad, contra una farola o un muro. Si estás en el campo contra un árbol, rama, roca... Pero aún así es posible que haya algo de trepidación.

Para mejorar los resultados muchos fotógrafos, incluidos profesionales, recurren al método del saquito relleno.

Esto consiste en coger un saquito de tela (incluso algunos usan un calcetín) y rellenarlo de arena fina, arroz, lentejas... Algo que no sea muy grande y se pueda apretar un poco de forma que se adapte a la forma de la cámara.

A la hora de hacer una fotografía, por ejemplo en el campo y necesitar estabilidad, podremos apoyar la cámara sobre una piedra, teniendo en medio este saquito pequeño que, por así decirlo, absorberá las posibles vibraciones que sufra la cámara.

Obviamente esto no es un sustituto de un trípode. No nos engañemos. Con este accesorio casero podremos hacer fotografías a menor velocidad de la que podemos hacer a pulso, pero ni mucho menos hacer exposiciones prolongadas.

Otro consejo que dan algunos fotógrafos es que cuando hagamos una fotografía de larga exposición con la cámara sobre el trípode, pongamos encima de la cámara el saquito relleno, pues también ayuda a absorber posibles vibraciones como la del espejo al ser levantado.

Dado que es algo pequeño, de bajo coste y bastante útil, es bastante recomendable llevar este saquito en nuestra mochila o bolsa de fotografía si hay sitio para ello.

Maestros de la fotografía: Hiroshi Hamaya




HIROSHI HAMAYA





En esta ocasión hablaremos de un fotógrafo japonés cuyas fotografías han tenido mucho que ver en mi amor por la fotografía. Aunque he visto muchas fotografías tan buenas como las suyas y mejores, desde que conocí su trabajo siendo un adolescente, siempre me ha impactado.

Con todos ustedes, Hiroshi Hamaya, el “fotógrafo del cielo”.

Hiroshi Hamaya nació en Ueno, un popular barrio de Tokio en el año 1915 y falleció en dicha ciudad de en 1999. Tuvo una infancia feliz, rodeado del cariño de sus padres y de sus tres hermanos y dos hermanas.

En su infancia, los barrios de Ueno y Asakusa abundaban los centros de diversión tales como las salas de teatro y los cines. Hiroshi acudía con frecuencia al cine junto a sus hermanos mayores. Muchas de las cosas que descubría en esas salas de cine despertaron su curiosidad, que con el pasar del tiempo crecería más.
A la edad de 8 años, en 1923, sobrevivió al gran terremoto que asoló la región de Kanto. Aquél desastre desencadenó una serie de acontecimientos en Japón que también afectó a la familia Hamaya. Y tan afectada estaba que se veían a trasladarse continuamente de un lugar a otro, así hasta siete veces..

Cuando tenía 15 años recibió una cámara fotográfica Brony como regalo de un amigo de su padre, que además le enseñó a usarla. En aquellos días la fotografía ni siquiera era considerada un “hobby”, pues las cámaras estaban al alcance de muy pocos debido a su gran precio. Pero su padre vio la pasión que había entre su hijo y la cámara y le permitió dedicarse a la fotografía.

Hiroshi acababa de descubrir un mundo completamente nuevo para él, que le ofrecía experiencias nunca antes vividas.

A continuación, lo que el propio Hiroshi dijo en cierta ocasión al respecto.

“Fue en marzo de 1930 cuando hice mi priemra fotografía. Recuerdo bien la fecha, porque aún conservo un diario de aquella época. Fotografié primero a mis familiares, luego a los vecinos, a los amigos, la reconstrucción de los barrios dañados por el terremoto de 1923,  la fiesta por la reconstrucción del barrio de Ueno, el acto organizado por el periódico Asabi y el desfile infantil de máscaras. En Julio de aquel año estuve también en las playas de Shonai y Oiso. Me acostumbré a retratar a mi familia porque era un tema fácil para un principiante y además así podía recopilar recuerdos de todos ellos. Hice lo mismo con mis vecinos, que me daban su opinión sobre las fotografías y me mostraban un gran aprecio. Después me apeteció captar los acontecimientos del barrio, las fiestas, las celebraciones. Por último, empecé a visitar sititos que no había visto nunca para captar con la cámara cosas nuevas. No conservo ni los negativos ni las fotogrfías que hice entonces, por lo tanto solo puedo acordarme de haber fotografíado los barrios reconstruidos, las fiestas, ect., por lo que escribí en mi diario. Si conservara todavía las fotografías que hice, podría recordar todo esto y también todo lo que no fotografié. Estaba tan concentrado con la cámara que no puse atención en el modo en que se desarrollaban las cosas. Las veía únicamente a través del visor. En general, los recuerdos se graban contemplando y percibiendo los ojbejots a través de los sentidos: objetos-sentidos-recuerdos, pero para un fotógrafo este proceso memorístico está vinculado a la cámara: objetos-vista-cámara fotográfica-fotografías (recuerdos). La concentración en la propia tarea predomina sobre la atención hacia las cosas que se están fotografiando. En ocasiones, su visión tiende a limitarse a lo que percibe a través del visor”.

Con 18 años, tras terminar la educación secundaria, entró en el departamento de fotografía del laboratorio de aviación.

Hirosi también explica por sí mismo como recuerda aquello, según se registra en “El rostro de la tierra”.
“En 1933 saqué el título de bachiller y fui admitido en el departamento de fotografía de Aviación. Al poco de empezar en mi nuevo trabajo, hice el primer vuelo sobre el barrio de Ghinza con la misión de hacer unas tomas con una cámara grande. Tuve la sensación de que tanto el avión como la cámara me estaban comunicando un nuevo sentido de la vida. Me concentré tanto en el trabajo que sentí por primera vez la tensión que había en mi interior, y me convencí de que esa iba a ser mi profesión definitiva. Durante este primer vuelo se me ofreció una visión del mundo que nunca hubiera podido lograr desde el suel. Me produjo tal satisfacción que decidí que debía seguir aprendiendo y trabajando en este campo que tantas perspectivas y posibilidades me ofrecía. Sin embargo, tres meses más tarde el departamento de fotografía tuvo que cerrarse debido a que el trabajo que realizaba era demasiado vanguardista para la época. Fui contratado por la Orienta Photo Industrial Co. Y en cuatro años de trabajo aprendí todos los secretos de la ténica fotográfica.”.

En el año 1937 comenzó a ejercer como fotógrafo independiente (o freelance). Dos años más tarde, en 1939, conoció al antropólogo Keizo Shibusawa, quien le animó a realizar un estudio etnográfico sobre las costumbres y tradiciones sobre el año nuevo en los pueblos de la prefectura de Niigata.

Entre 1940 y 1942 viajó por toda Manchuria y China, hasta que fueron invadidas por Japón en la segunda guerra mundial. Tras la guerra siguió fotografiando, esta vez en el norte del país nipón, donde realizó su famosa serie de fotografías titulada Pueblo en la nieve (Village in the snow).

A partir del año 1950 comenzó a documentar la vida en las grandes ciudades, sin dejar de realizar reportajes sobre la vida rural japonés.

En 1969, Hamaya fue el primer fotógrafo asiático que se unió a la prestigiosa agencia Magnum.

Quizás sus obras más conocidas sean Yikugumi (1957), Niños de Japón (1959) y Mujeres en Japón (1976).

Llegó al final de su vida el 6 de marzo de 1999 en Tokio.


Como una curiosidad, un famoso poeta japonés llamado Daigaku Horiguchi definió con las siguientes palabras a Hiroshi: "fotógrafo del cielo", 












Maestros de la fotografía: Pedro Luis Raota





PEDRO LUIS 
RAOTA



Hoy hablaremos de un fotógrafo argentino que hizo historia. Ha sido catalogado como uno de los máximos exponentes de la fotografía americana y el fotógrafo argentino con más premios de fotografía, de hecho cuenta con más de 3000 premios y es considerado uno de los 10 mejores fotógrafos de la historia.

Pedro Luis Raota nació en el seno de una familia de granjeros el 26 de Abril de 1934 en la provincia del Chaco. Sus padres esperaban que siguiera con su trabajo, pero siendo aún muy joven se fue a la ciudad de Santa Fe de la Veracruz.

Allí adquirió sus primeros conocimientos de fotografía y le apasiona tanto que decide vender su bicicleta para comprar una cámara fotográfica. Entonces comenzó a trabajar haciendo fotos de carné.

Más tarde se mudó a la ciudad de Villaguay, donde hizo la mili. Durante su estancia en el ejército aprovechó sus ratos libres para aprender del fotógrafo de la compañía mientras le ayudaba.

Una vez terminó su servicio militar se afincó en dicha ciudad, donde abrió un estudio fotográfico. Los inicios de su negocio fueron bastante duros, pero él no se rindió.

Como fruto de no desistir de su sueño empezó a recibir premios, los cuales le motivaron a presentar sus mejores fotografías a un fotógrafo conocido de la ciudad de Villaguay. Pero aquel encuentro no fue lo que esperaba. El fotógrafo le aconsejó dejar la fotografía artística y buscar otro trabajo.

Aún así, Pedro Luis creía firmemente en su trabajo y viaja a Buenos Aires donde exhibe las mismas fotografías en la apertura de una exposición. Este suceso le dio las alas que necesitaba para continuar adelante y, desde entonces, enviaba sus fotos a todas las exposiciones de las que tenía conocimiento.

Empezó a viajar por toda Argentina con su cámara. Como un águila observaba todo cuanto pasaba delante de sus ojos y aprendía de todo. Fue desarrollando su particular visión de la realidad que también plasmaría en sus fotografías.

En su trabajo destacan los fuertes acentos de luz que resaltan sobre fondos oscuros. Así es como él expresa con fotografía cuanto ven sus ojos. De hecho, cualquiera que conozca su trabajo y ve una foto que aún no conoce es capaz de identificar a su autor, por esta forma tan peculiar de crear arte que suele mostrar amor, realismo o crudeza. Raota es un fotógrafo con gran sensibilidad capaz de crear imágenes impactantes, plenas de patetismo o ternura, de desbordante alegría o demoledora impotencia.

Para desgracia de los admiradores de su trabajo y el mundo de la fotografía en general, falleció en 1986 en Buenos Aires.

Más información: Martín Rueda











sábado, 15 de enero de 2011

Teoría: El formato RAW

Hoy hablaremos del formato RAW y su importancia a la hora de hacer una fotografía.

En muchos foros de fotografía y también en conversaciones con otros fotógrafos se oye siempre el consejo de disparar en RAW.

Pero esto, ¿por qué razón? Pues eso es lo que vamos a analizar a continuación.

Este formato no está disponible en todas las cámaras del mercado, pero lo podemos encontrar en prácticamente todas las réflex que han salido en el último año y algunas de más atrás.

Muchos denominan el formato RAW como el negativo digital. Esto se debe a que , a diferencia de otros formatos de imagen, el archivo RAW no se comprime. Así, cuando vemos en nuestra pantalla una imagen RAW, la vemos tal y como la ha tomado el sensor sin pérdida de datos por culpa de la compresión, como ocurre en otros formatos como el jpeg.

Claro, que al no verse comprimido eso significa que a la hora de guardar el archivo en la tarjeta de memoria este tendrá un tamaño mayor.

Quizás al leer el manual de tu cámara has visto cómo se le dice a la cámara cómo poner el formato RAW, para que todas nuestras fotografías se guarden en este formato. Pero a la hora de descargar la tarjeta en tu ordenador te has dado cuenta de que tienen una extensión extraña. Puede que te encuentres con una extensión .drf, .cr2 o .nef, por poner algunas.

Esto se debe a que el formato RAW no es un estándar, sino que cada marca tiene su propio formato RAW. Entonces, dependiendo de la cámara que tengas tendrás un archivo RAW con una determinada extensión. A continuación se expone una tabla con las extensiones según la marca.

  • .raf - Fuji
  • .crw .cr2  - Canon
  • .tif .k25 .kdc .dcs .dcr .drf - Kodak
  • .mrw - Minolta
  • .nef .nrw - Nikon
  • .orf - Olympus
  • .dng - Adobe
  • .ptx .pef - Pentax
  • .arw .srf .sr2 - Sony
  • .x3f - Sigma
  • .erf - Epson
  • .mef .mos - Mamiya
  • .raw - Panasonic
  • .cap .tif .iiq - Phase One
  • .r3d - Red
  • .fff - Imacon
  • .pxn - Logitech
  • .bay - Casio

Tras esta aclaración sobre las extensiones del formato RAW, paso a explicar las ventajas y desventajas.
La mayor ventaja del formato RAW es que nos permite hacer más y mejores cambios en nuestra fotografía en la postproducción, claro, sin esperar milagros. Una fotografía que esté movida no se podrá “congelar”, por ejemplo, pero si le falta luz en alguna zona se podrá corregir.

Al no tener pérdida de datos podemos aprovecharlo para arreglar esas cosas que no pudimos o no supimos hacer en el momento de la toma.

Por poner un caso, imaginemos que tenemos una imagen hecha en un interior y ha salido algo subexpuesta. Gracias al formato RAW podremos corregirla para que tenga una exposición correcta. De igual modo, si el balance de blancos lo tenemos en automático y nos falla, de modo que nos aplique una dominante azul, podremos ajustar nuestra imagen en postproducción de modo que quitemos esa dominante azul y tenga un balance de blancos adecuado.

Claro que esto no es una manera de darnos margen a hacer las imágenes de cualquier modo, sin preocuparnos de cómo salgan pensando que ya se arreglará en postproducción.

Hay que tener en cuenta lo que antes mencioné. El formato RAW permite corregir muchas cosas, pero no todas. Además hay otro factor envuelto, el tiempo.  Hay muchos casos en que si dedicamos 5 o 10 segundos más a preparar nuestra fotografía en el momento de la toma podremos ahorrarnos varias horas de trabajo en postproducción y creo que es una buena razón para estar más atentos.

Uno de los mayores problemas del archivo RAW que echa para atrás a muchas personas es que estas fotografías no se pueden abrir como si de un jpeg se tratase. Si usas un Mac podrás verlas sin problema, pero en caso de Windows se complica un poco más. Para poderlas abrir y ver necesitarás un software extra. En mi caso me valgo de Lightroom tanto para verlas como editarlas.

Otra ventaja del formato RAW es que estas fotografías son de solo lectura, es decir, no se pueden modificar. Cuando hacemos un retoque en una imagen RAW siempre se guarda en otro formato, manteniendo intacta la imagen original. Tal como el negativo de película lo podremos conservar para posteriores modificaciones o como copia de seguridad.

Otra cosa buena es que el formato RAW almacena como mínimo 8 bits por cada color (RGB). Incluso modelos más modernos llegan a almacenar 12 bits por color.

Antes hablaba de que este formato no se comprime, lo que da como resultado archivos de mayor tamaño. Esto también afecta a la velocidad de toma de nuestra cámara. ¿Cómo? Ilustrémoslo:

Imaginemos que estamos en un estadio de futbol y un delantero está haciendo una gran jugada, va a marcar gol y queremos capturar el momento con nuestra cámara. Como no sabemos que escena será la mejor, hacemos fotos en serie, es decir, una tras otra.

Cuando hacemos fotografías en serie, la velocidad en que estas se hagan dependerá en gran manera del buffer que tenga nuestra cámara. De ahí que hayan algunas más rápidas y otras más lentas.

En el caso de mi cámara, una EOS 1000D, tiene una velocidad de 3fps. Si no sabes qué velocidad tiene tu cámara puedes acudir a la página web del fabricante y ver las especificaciones de tu modelo, o mirar la caja y/o manual de instrucciones.

Cuando hacemos una fotografía, la imagen impresa en el sensor de la cámara tiene que pasar a la tarjeta de memoria. Y esto lleva un tiempo. Si alguna vez hemos pasado música de un ordenador a un reproductor MP3 hemos visto que tarda un determinado tiempo. Y si pasamos más canciones antes que termine de copiarse la que se estaba pasando primero el tiempo se prolonga más.

Esto es lo que pasa con nuestra cámara. Al hacer una fotografía esta se está pasando y en ese momento hacermos otra y otra y otra… El buffer se llena y hay que esperar a que se vacíe y pase la información a la tarjeta de memoria para que puedan hacerse más fotografías.

Cuanto más grande es el archivo más lento es este proceso, de ahí que esto sea una cosa negativa en el formato RAW. Pero en general, si no trabajamos con necesidad de disparar tan rápido, no tendremos problemas.

Después de repasar algunos aspectos del formato RAW, espero que tengas un poco más claro porqué se recomienda tanto.

Sin embargo, sus puntos débiles también hay que tenerlos en cuenta.

Entonces, ¿en qué formato fotografío? Esa es una decisión que has de tomar tú. Sin embargo te recomiendo que sopeses sus pros y contras y a raíz de eso decidas. Por ejemplo, para un paisaje estático podrías el formato RAW, pero en una carrera de coches que quieres fotografiar rápidamente te vendrá mejor el formato Jpg, por ser más rápido.

Lo que si desaconsejo personalmente es configurar la cámara para que haga fotos en RAW+Jpg, porque eso sí retrasará aún más el tiempo entre foto y foto y realmente no servirá de mucho.

En mi caso particular siempre hago fotografías en RAW. Rara vez cambio a Jpg. Llevo así ya año y medio y no me arrepiento en ningún momento, al contrario muy contento.

Como conclusión dejo un par de muestras entre Jpg y RAW para apreciar las diferencias.

En el primer caso podemos ver la foto tal y como se ha tomado sin ninguna modificación. El disparo fue RAW+Jpeg para que no se modificase ningún parámetro.

En el segundo caso he procesado ambas imágenes de la misma forma (tomando como base la RAW) y vemos que la imagen RAW ha mejorado bastante con respecto al principio, en cambio la jpeg que tenía dominante verde y algunos otros defectos, ha empeorado mucho.



Hasta aquí este artículo sobre el formato RAW. Hasta otra.

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Fotografías Torrenueva de Motril ´09

En Septiembre de 2009 pasé unos días de vacaciones en Torrenueva de Motril (Granada). Allí hice muchísimas fotografías, pero como llevaba poco tiempo usando cámara (apenas 2 meses) me faltaba mucho por aprender.

Ahora, con la ayuda de mis conocimientos adquiridos y lightroom 3, he recuperado algunas de estas fotografías que aún me traen muy buenos recuerdos.

Podrían ser mejores, pero eso solo se arreglaría volviendo allí.




















Lugar donde se hicieron las fotografías por StreetView de GoogleMaps.


Ver mapa más grande

Enlace: StreetView Torrenueva de Motril

miércoles, 12 de enero de 2011

La fotografía ha cambiado

LA FOTOGRAFÍA HA CAMBIADO 

El otro día escuchaba un par de podcast de lensbokeh en los que debatían sobre si la fotografía es arte o no.
Como es obvio concluyeron que sí, pero en su debate tocaron muchos temas de actualizad en los que con frecuencia he meditado y también me gustaría dar mi punto de vista, bastante similar al de ellos.

Para empezar es innegable que la fotografía, desde sus inicios es un arte. De hecho, hacer una foto no es otra cosa que “pintar con luz”.

El lienzo donde se dibuja el cuadro es el encuadre de la cámara. El motivo que se dibujará es lo que se encuadra y la pintura es la luz. Nuestras herramientas son la exposición, el diafragma, los diversos tipos de lentes, el enfoque… 

Aunque para pintar un cuadro se pueden tardar varios días, la fotografía es instantánea y más desde la era digital. También hay que tener en cuenta que una fotografía por lo general será más realista que un cuadro.
Pero de un tiempo a esta parte, desde los 90 diría yo, el panorama fotográfico ha cambiado mucho.

Antes solo habían auténticos maestros como Cartier Bresson o Cappa. Y tenían una técnica de la que aún hoy seguimos aprendiendo mucho. El que hubiesen tan pocos fotógrafos antaño se debía, básicamente, a que era difícil de usar los equipos y que no eran tan accesibles como ahora.

Pero en nuestros días cualquiera puede conseguir una cámara de fotos. Las hay de película desechable por menos de 10€ y digitales a partir de 60€. Claro, la calidad deja que desear, pero es otro tema.

La cosa es que con esto se ha conseguido que cualquiera se crea fotógrafo por el mero hecho de fotografiar.
Pero hay que recordar que en esto, como en todo, hay diferencias. Pensemos en un conductor de fórmula uno y un hombre que trabaja en una oficina pero a la que acude cada día en su vehículo. Ambos son conductores, pero solo uno es profesional y destaca por encima del otro.

Así pasa en la fotografía. Hay muchos “conductores” o “fotógrafos”, pero profesionales solo un puñado. Y eso es algo que se olvida con gran frecuencia.

Y todo esta corriente de pensamiento esta arrastrando consigo más cosas. Pondré dos ejemplos.

De un tiempo a esta parte las cámaras no solo son más accesibles sino que son más simples y automáticas. Y, por supuesto, te las venden con el eslogan de “Deje que su cámara haga todo por usted, solo preocúpese de estar allí para pulsar el botón”. Quienes estamos más metidos en este mundillo sabemos que el automático puede hacer buenos trabajos, pero en la mayoría de casos es para llorar. Al menos esa es mi experiencia y la que muchos otros me han contado.

Otro ejemplo rápido es que la forma de ver y sentir la fotografía ya no es la misma. Antes podías ver una foto y quedarte maravillado ante ella aunque le faltase foco, nitidez, o incluso estuviera mal el balance de blancos.
Pero ahora ha de ser perfecta, con varios procesados y reprocesados con photoshop o similares. Siempre buscando que se enfoque todo al máximo, hasta que se vea el último poro de la piel. Por desgracia esta forma de ver la fotografía tan “perfecta” se está estandarizando en la mente de muchas personas quienes ya no aprecian una foto hecha como las de antes.

Lo peor de todo es que uno, hablando de mí mismo, cuando hace una foto y la procesa llega un momento en que siente la presión en el cogote y acaba cediendo a “lo que gusta” en lugar de ir tras su “propio” estilo. Y esto veo que está pasando a muchas personas, entre ellas fotógrafos anónimos que admiro bastante.

Es posible que haga una continuación de este artículo, porque me quedo con ganas de hablar más de este tema, pero hoy ya escribí un buen tocho.

Quedáis invitados a comentar y opinar sobre lo escrito.

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