Rufino es un hombre muy suyo. Le van los temas espirituales y los perros. Pero como sea se le nota un tipo alegre.
En cualquier caso, se me ofreció a que le hiciera varias fotografías y no desaproveché la ocasión. Tenía ganas de fotografiar a alguien desconocido y me tiré al ruedo.
Me habría gustado tener mejor luz, mejor fondo, mejor... Pero al menos tenía lo más importante: El modelo y la cámara.
Espero la semana que viene volverle a ver y repetir la fotografía, eso sí, llevaré mi flash para mejorar la luz.
Os presento a Rufino:
P.D.: Si queréis conocer mejor a este personaje tan carismático, aquí un vídeo suyo.
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