jueves, 4 de noviembre de 2010

Grandes Maestros: James Natchwey



JAMES


NATCHWEY




Siguiendo con los grandes fotógrafos me gustaría hablar hoy de James Natchwey.

James Natchwey vio la luz el 14 de Marzo de 1948 en Syracus. Se crió en Massachusetts donde se graduó en historia del arte y ciencias políticas.

Al ver las imágenes de la guerra de Vietnam y conocer el movimiento de los Derechos Civiles en Estados Unidos decidió convertirse en fotógrafo.

Su carrera fotográfica profesional comenzó en 1976 trabajando para la prensa en Nuevo México y, en 1980 se fue a Nueva York a trabajar como fotógrafo freelance. Fue en 1981 cuando hizo su primer trabajo fuera de América, concretamente en Irlanda del Norte cuando tuvo que cubrir la revuelta civil durante la huelga de hambre del IRA.

Desde aquel trabajo se especializó en fotografíar y documentar guerras, conflictos civiles y crisis sociales por todo el mundo, desde Guatemala al Líbano, Israel, Tailandia, Corea del Sur, Ruanda, Kosovo y Bosnia entre otros paises.

Durante muchso años Nachtwey arriesgó su propia vida con el fin de transportar a otras personas los trágicos sucesos ocurridos en muchos conflictos y guerras.

Por ejemplo cubrió las trágicas experiencias fraticidas y separatistas en Kosovo y Bosnia. En Indonesia registro abismos espeluznantes entre la riqueza de unos cuantos y la pobreza absoluta de millones. En África documentó la irracional matanza de millones de personas que ocurrió en Ruanda y también el avanza imparable del SIDA en las zonas más pobres.

James Natchwey se podría definir como una persona solitaria, vagabunda. Pero a la que no le faltaba sensibilidad social ni ética.

En cualquier caso las cosas que ha vivido y retratado han dejado huella indeleble en su mente. Igual que en nosotros, quienes al ver las fotografías suyas sentimos ganas de apartar la mirada para dejar de observar tanto horror.

De hecho nunca ha negado que le duela observar lo que fotografía. Pero él enseña que el buen periodista no elude la realidad por mucho que duela. Y de seguro en su interior desea el fin de tanto sufrimiento.

Por eso siempre reflexiona que si los fotógrafos nunca hubieran estado en la guerra de Vietnam nunca se habría conocido el horror que allí se tuvo que vivir. Por eso el siente el deseo de contar al resto de personas las cosas que no están presentes para ver, pero que sin duda ocurren en otras partes del planeta.

Nunca se ha rendido. Ni siquiera cuando fue herido en medio del combate. Durante su cobertura de la invasión de Estados Unidos a Iraq estaba trabajando con Michael Weisskopf. Ambos iban montado en la parte trasera de un Humvee cuando una granada de mano cayó dentro del vehículo. Weisskopf trató de lanzar la granada afura, pero antes de poder hacerlo le estalló en la mano. La explosión hirió a Weisskopf y a dos soldados, además de a Natchwey.

Pero aquí esta el espíritu infatigable de James. Mientras el médico Billie Grimes asistía a su compañero de profesión, Nachtwey no dejó de fotografiar.

Su herida sanó rápidamente y en 2004 ya se encontraba de nuevo en acción, en esta ocasión cubriendo el tsunami que asoló Asia sur oriental aquel fatídico 26 de Diciembre.

Pero no sería justo pensar que es un fotógrafo que se aprovecha de la desgracia ajena para su beneficio. Lejos de eso siempre se ha interesado por ayudar a los demás. Sus fotografías tratan más bien de ser denuncias a tantas injusticias como ha visto por el mundo. En su lucha por ello en 2007 ganó el premio TED, con una suma de dinero de 100.000 dólares que empleó en un proyecto para la lucha contra la tuberculosis, conocido como XDR-TB.

Con dicho proyecto su objetivo es acercar a todo el mundo la plaga de la tuberculosis, una enfermedad diagnosticable y curable, pero que cada 20 segundos mata a una persona en el mundo.

Además del citado premio TED también es ganador, en dos ocasiones, del World Press Photo, el prestigioso premio anual para fotógrafos de prensa.

Su equipo fotográfico está formado por cámaras y objetivos Canon. Lo que le ha llevado a ser la imagen de dicha marca en varios spots publicitarios.

En la actualidad trabaja para Magnum.

A continuación os dejo un extracto de una entrevista que se le realizó Dena Cowan para Vía Carla:
Estamos ante un hombre estricto aunque de voz apagada. Toda la crueldad que ha visto está escrita en su rostro hermoso. A James Natchwey no le gustan las entrevistas pero sí toma especial cuidado al contestar las preguntas sobre su trabajo y sus intenciones. Es un hombre que sabe lo que está haciendo y por qué lo hace.
Dena Cowan: ¿Cuál es tu formación fotográfica?
James Natchey: Me enseñé a mí mismo y trabajé entre 1976 y 1980 para un periódico en Nuevo México. Luego empecé a trabajar como "freelance" desde Nueva York. Quería ser fotógrafo de guerra y tratar temas sociales.
DC: ¿Cuál ha sido tu motivación?
JN: Me pareció el uso más beneficioso de la fotografía. El público y la opinión pública necesitaba el conocimiento de estos temas. Pensé que la fotografía era una herramienta muy útil para concienciar y cambiar y por eso quise involucrarme en ello.
DC: Al ver la exposición el espectador se acuerda de todos los acontecimientos horribles que inconscientemente intenta olvidar. ¿Tú crees que el documento histórico servirá para ayudar o prevenir en alguna medida estas cosas?
JN: Creo que las cosas hay que recordarlas, se deben reflexionar sobre ellas porque es la única manera con la que podemos aprender, la única forma de progresar. Nos suenan las fotos de lo que ocurrió en Europa en los años 40. Opino que esas imágenes de los campos de concentración nos recuerdan los eventos y son importantes para ayudarnos a vigilar. Considero que la documentación se debe utilizar para reflexionar sobre los eventos y ayudarnos a evitarlos en el futuro.
DC: Muchas de tus imágenes son bellas en cuanto a la composición. ¿Qué pasa por tu cabeza cuando estás componiendo una fotografía de un hombre que se está muriendo de hambre y se acerca al centro de emergencia a gatas?
JN: No es mi trabajo ir a un sitio y hacer fotografías malas, especialmente en un sitio donde hay tanta tragedia, donde hay tanto en juego. Mi trabajo es crear fotografías que lleguen a la gente de una manera impactante y elocuente.
DC: ¿Dónde está tu limite? ¿Cuándo dices no puedo hacer esta fotografía porque es demasiado..?
JN: ¿Por qué es demasiado qué?
DC: Porque puede dañar a la gente involucrada o porque puede ser ofensivo,..
JN: ¿Ofensivo a quién o a qué?
DC: Al espectador o a la gente involucrada,.
JN: Creo que la gente se debe ofender con el genocidio. Se debe ofender con la limpieza étnica. Se debe ofender con el hambre. Mi trabajo no es hacer que esas cosas sean cómodas o fácilmente digeribles. Mi trabajo no es hacer sentir cómoda a la gente con estas cosas, ni entretenerles. Mi trabajo es concienciar a la gente del hecho de que son crímenes contra la humanidad.
(Durante la entrevista se acabó la cinta sin que me diera cuenta y no puede grabar una pregunta comparando sus fotografías más sutiles con las más gráficas. Pregunté si sentía que era necesario ser, por lo menos, parcialmente gráfica para contar la historia verdadera. Con elocuencia respondió que uno nunca debe ser sutil sobre el genocidio, al hambre. Quise repetir la pregunta).
JN: Puedes hacerme el favor de insertar una cinta que no va a terminar o puedes estar al tanto.
DC: Lo siento
JN: Esto no me es fácil. No disfruto haciéndolo. Estoy intentando darte respuestas desde mi corazón y no quiero repetirlas. Te lo voy a dar una vez y si no lo coges.. , entonces ya sabes, lo siento.
DC: Vale
JN: Si yo me quedo sin película, pierdo la foto
DC: ¿Utilizas muchos carretes?
JN: Hago lo que puedo para no quedarme sin película. Cojo tantos como necesito y no cojo menos de los que necesito. No sirvo de nada sin película.
DC: ¿Eliges tus propios proyectos?
JN: La mayoría del tiempo sí, incluso cuando estoy realizando un encargo para una editorial. Normalmente ese encargo surge de una idea que yo he generado.
DC: ¿Pasas mucho tiempo en estos sitios?
JN: Generalmente paso desde varias semanas a varios meses y la mayoría de las veces vuelvo al sitio más de una vez. Es demasiado difícil hacerlo todo a la primera. Y las cosas cambian con el transcurso del tiempo. Hay un proceso en marcha. Trato de fotografiar tanto del proceso como sea posible.
DC: Hay dos secciones en la exposición que están realizadas en color y el resto es blanco y negro ¿Cómo eliges entre color y blanco y negro?
JN: El propósito primario de mi trabajo es el de estar en los medios de comunicación porque es donde ha de estar. En cuanto suceden estos eventos es muy importante presentar imágenes que ayudan a la gente a hacer una conexión, formar opiniones, concienciarse y a veces las publicaciones de circulación masiva requieren color, entonces simplemente yo lo tomo como un reto y trato de utilizarlo con integridad. Intento no utilizar color porque sí. A veces decido trabajar en blanco y negro. Me permite más latitud. Me permite trabajar con más detalle, fotografiar más variedad de situaciones con éxito de lo que puedo con color. Pero creo que los dos soporte son válidos e impactantes. Quizás el color es más limitado.
DC: ¿Qué significa pertenecer a Magnum para ti?
JN: En el principio quise involucrarme con Magnum por la tradición de Robert Capa y de Warner Bishop.
DC: ¿La filosofía histórica de Magnum?
JN: No estoy seguro que pudiera definir la filosofía de Magnum. Ciertamente fue la tradición la que me atraía, ahora trabajo bastante independientemente de Magnum.
DC: ¿Crees que hay muchos fotógrafos que comparten tu mismo enfoque?
JN: Creo que hay unos pocos que sí.
DC: ¿Puedes mencionarlos?
JN: Umm...
DC: ¿O quizás alguien a quien admiraste de joven, cuando estabas empezando, fotógrafos que te inspiraron?
JN: J. Eugene Smith fue una gran influencia y Robert Capa.
DC: ¿Qué equipo utilizas?
JN: Utilizo dos cámaras de 35mm. y un par de objetivos. Viajo muy ligero.
DC: ¿Qué objetivos?
JN: 28mm., 35mm., 50mm. Nada más largo que 50mm.
DC: ¿Y siempre llevas película verdad? Cuando reaccionaste un poco irritado por lo de la cinta y no querías repetir, entiendí que nunca colocas las fotografías.
JN: Creo que no hay ninguna foto ahí arriba (en la exposición) donde..
DC: ¿Consideras tus fotografías como arte?
JN: Las considero como una forma de comunicación. Trato de hacer una comunicación que llega a la gente de una forma profunda.
DC: ¿Ha estado en peligro tu vida muchas veces?
JN: Sí.
DC: ¿Cuál es tu secreto para estar en el momento adecuado en el lugar adecuado?
JN: No es un secreto. Trabajo duro. Me levanto pronto por la mañana y hago muchas millas todos los días. Soy muy persistente. No me rindo.
DC: ¿Viajas sólo?
JN: Casi siempre viajo sólo o con un traductor
DC: ¿Hablas algún otro idioma aparte de inglés?
JN: Ninguno
DC: ¿Cómo te sientes,.como un americano privilegiado y con éxito en los lugares donde vas? ¿Te sientes patriótico? ¿Te sientes culpable?
JN: Por mi situación creo que he tenido más oportunidades que mucha gente. No creo que eso tenga que ver necesariamente con ser americano. Creo que esas oportunidades existen en muchas partes del mundo. Creo que hay mucha gente de este país (España) que son más privilegiados que yo. En absoluto me siento patriótico.
DC: ¿Cuál es tu próximo proyecto?
JN: Realmente no me gusta hablar de mis proyectos futuros, prefiero hacerlos y después presentarlos.
DC: ¿Qué te gustaría hacer que no has hecho todavía?
JN: Hay mucho trabajo por hacer. Me gustaría continuar y me gustaría ser efectivo.
DC: ¿Qué te parece PhotoEspaña 2000?
JN: Las pocas exposiciones que he podido ver son impresionantes. Me parece una colección bastante interesante.
DC: ¿Alguna idea sobre los fotógrafos españoles?
JN: Sinceramente tengo que decirte que no he podido ver ninguno de los españoles porque he estado haciendo esto.
En este momento Natchwey, una de las estrellas brillantes de este festival de Madrid, mira de reojo a la cola de reporteros esperando pacientemente para entrevistarle.





















Tal vez sea que yo soy muy sensible o tal vez sea que es lo que realmente consigue Natchwey con sus fotografías. Pero lo cierto es que tras observarlas la tristeza me embarga y ardo en deseos de romper a llorar, sintiendo en mi interior un nudo apretando el pecho, ahogando el corazón, sintiendo el dolor de aquellos que ayer lo sintieron, pero cuyo recuerdo permanecerá para siempre gracias al excelente trabajo de James Natchwey.

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